El candidato presidencial por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, subió el tono de su campaña al asegurar que, de llegar al poder, Evo Morales enfrentará la justicia “como cualquier ciudadano” en los procesos abiertos por fraude electoral y denuncias de abuso. “No se le va a permitir escapar en un avión”, advirtió ante corresponsales internacionales.
El expresidente, que reside en Lauca Ñ bajo resguardo de sus bases cocaleras, enfrenta una investigación por estupro en la Fiscalía de Tarija, además de un proceso en Argentina por trata de personas vinculado al traslado de menores durante su estancia como refugiado en Buenos Aires. Morales, sin embargo, sostiene que fue víctima de un intento de magnicidio nunca esclarecido.
Una campaña marcada por contrastes
En un escenario electoral cargado de tensiones, y con miras al balotaje del 19 de octubre, Paz busca proyectar una imagen de renovación. Asegura que su principal batalla no es contra otro candidato, sino contra “la pobreza, la desigualdad y el Estado tranca”.
Con un guiño a la memoria histórica, citó al expresidente Gualberto Villarroel para marcar distancia de su rival, Jorge “Tuto” Quiroga: “No soy enemigo de los poderosos, pero soy más amigo de los humildes”.
Al mismo tiempo, valoró la reciente liberación de Luis Fernando Camacho, Marco Pumari y Jeanine Áñez, tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de revisar sus casos. “Me alegro por ellos y por sus familias”, comentó, intentando tender puentes con sectores críticos al MAS.
Propuestas inmediatas
Sobre un eventual inicio de gobierno, Paz prometió dar señales rápidas de orden y eficiencia. Una de sus prioridades será garantizar el suministro de combustibles, hoy en crisis. “Se gestionarán los recursos para que el abastecimiento vuelva a ser normal e ininterrumpido”, aseguró.
También cuestionó el manejo económico de las últimas gestiones del MAS: “Se gastaron 115.000 millones de dólares y nos dejan con deuda y reservas casi agotadas. Lo que han hecho con el destino de la patria es un asalto”.
En ese marco, subrayó que Bolivia necesita una estrategia clara tanto en hidrocarburos como en deuda externa: “Uno no responde a las deudas de los presidentes del pasado, sino a nombre de Bolivia”.