El gobierno de Estados Unidos elevó este lunes su nivel de alerta sobre Venezuela y pidió con urgencia a sus ciudadanos abandonar ese país sudamericano, citando un entorno altamente riesgoso para su seguridad.
La Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado emitió una advertencia categórica, señalando que la situación actual representa un nivel de amenaza “extremo”. Las preocupaciones van desde la posibilidad de arrestos arbitrarios hasta hechos de violencia como secuestros y terrorismo. También se advierte sobre una justicia impredecible, delitos comunes, disturbios civiles y una infraestructura sanitaria colapsada.
Desde 2019, la embajada estadounidense en Caracas se mantiene cerrada, lo que impide cualquier tipo de asistencia consular directa. Esto deja a los ciudadanos estadounidenses en una situación de mayor vulnerabilidad frente a posibles emergencias.
Otro aspecto alarmante que menciona el informe es la posibilidad de ser detenido sin previo aviso, sin acceso a representación legal ni contacto con familiares. Además, se menciona la presencia de grupos armados en zonas fronterizas como un factor adicional de riesgo.
Washington ha sido enfático: quienes estén en territorio venezolano deben salir lo antes posible, y aquellos que planeaban viajar deben cancelar sus planes. La recomendación es clara y urgente, en un contexto marcado por la inestabilidad y la falta de garantías básicas.