En menos de un día, dos privados de libertad escaparon de recintos penitenciarios bolivianos, lo que ha generado preocupación sobre la seguridad en los traslados de internos.
El primer caso ocurrió el lunes 12 de mayo en Viacha (La Paz). Roland Catari Valencia, de 21 años y acusado de violación, logró huir durante una salida médica desde el penal juvenil de Qalauma. Según informó el teniente Ronald Balderrama, comandante de la EPI de Viacha, el joven aprovechó un descuido del custodio para escapar cerca del centro de salud. En el momento de la fuga vestía una chamarra negra con celeste, pantalón beige y sandalias. La Policía ha difundido su imagen y solicita ayuda a la población para dar con su paradero.
El segundo caso se registró en Cochabamba. Un recluso del penal de El Abra escapó mientras era llevado de regreso tras realizarse un examen en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). La fuga ocurrió cuando el vehículo aún estaba en movimiento, sorprendiendo a los custodios.
Este último incidente se suma a un intento de fuga reportado un día antes en el mismo penal, donde dos internos fueron descubiertos cortando los barrotes de su celda de aislamiento.
Ambos casos están siendo investigados. En el caso de Qalauma, se prevé que se presente una denuncia por el delito de evasión, y se analiza si existió negligencia o complicidad por parte del personal.
Estos hechos han encendido las alarmas en la opinión pública sobre el nivel de control que se ejerce en los penales, especialmente durante salidas médicas u otros traslados externos.