La Selección Boliviana entra en una etapa decisiva de las Eliminatorias. El director técnico Óscar Villegas decidió echar mano de lo mejor disponible y convocó a 14 jugadores que militan en el exterior, en un intento por mantener viva la ilusión del repechaje mundialista.
La logística no es sencilla: algunos futbolistas llegarán directamente a Barranquilla, entre ellos Monteiro, Roberto Carlos, Medina y Efraín Morales, mientras que otros ya trabajan en La Paz. Incluso, Villegas evalúa sumar a Villamil de forma directa para evitarle el desgaste de viajes innecesarios.
El entrenador sabe que no hay margen para especular. “Nos jugaremos todo”, advirtió, dejando claro que ni Colombia ni Brasil permiten concesiones y que cada punto es vital para mantener a Bolivia en la pelea.
La Verde enfrentará primero la humedad y el calor de Barranquilla, y luego la altura paceña, donde el cuerpo técnico confía en la adaptación de los suyos para intentar frenar a la poderosa Brasil.
Más que una simple convocatoria, la decisión de Villegas refleja un mensaje claro: Bolivia no está dispuesta a rendirse. El desafío es enorme, pero la esperanza de clasificar mantiene al plantel con la mira fija en la hazaña.