La noche del viernes se tiñó de luto en el centro oeste de Brasil. A las 21:40, en una curva de la carretera BR-163, cerca de Lucas do Rio Verde, un colectivo de dos pisos que cubría la ruta Cuiabá–Sinop colisionó de frente contra un camión cargado con semillas de algodón. El impacto dejó once personas muertas y 45 heridas, convirtiéndose en uno de los accidentes más graves del año en la región.
El ómnibus, con 66 pasajeros a bordo, invadió el carril contrario en plena curva, según informó la Policía Rodoviaria Federal. La fuerza del choque destrozó el frente de ambos vehículos y provocó que la vía quedara bloqueada durante toda la madrugada. Los equipos de rescate trabajaron entre hierros retorcidos y asientos deshechos para evacuar a las víctimas.
Once de los heridos están en estado crítico, 26 presentan lesiones moderadas y ocho, heridas leves. El conductor del camión permanece hospitalizado con pronóstico reservado. La empresa Rio Novo, propietaria del colectivo, aseguró que su prioridad es brindar apoyo a los afectados y sus familias.
Durante la mañana del sábado, forenses y autoridades trabajaron en la identificación de las víctimas. Mientras, la concesionaria Nova Rota inició el retiro de los vehículos, una tarea complicada por la magnitud de los daños. La carretera quedó habilitada a las 7:40.
La BR-163, uno de los principales corredores viales de Brasil, es tristemente célebre por su alta siniestralidad. Solo en 2024, ha registrado 1.304 accidentes, 65 de ellos con víctimas fatales, según datos de la concesionaria Via Brasil. El siniestro de Lucas do Rio Verde vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad en esta ruta estratégica y peligrosa.