El reciente ajuste arancelario de Estados Unidos a las exportaciones bolivianas, decretado por el expresidente Donald Trump, no representa una amenaza significativa para la economía del país, según aseguró el director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia. La medida eleva del 10% al 15% los aranceles para ciertos productos bolivianos, en el marco de una revisión general de las políticas comerciales estadounidenses.
Sin embargo, Arandia subrayó que la actual relación comercial entre Bolivia y Estados Unidos es mínima en comparación con décadas anteriores. “Hoy en día, Estados Unidos no figura entre nuestros 10 principales socios comerciales. Las exportaciones a ese país representan menos del 3% del total, por lo que el impacto de esta medida es bastante reducido”, explicó en una entrevista con el programa La Mañana en Directo de ERBOL.
Según el titular del INE, Bolivia ha diversificado su comercio exterior, disminuyendo su dependencia histórica de mercados tradicionales como el estadounidense. Este cambio estructural ha permitido mitigar los efectos de decisiones externas, como el nuevo esquema de aranceles que Washington aplica en función del desequilibrio comercial con cada nación.
La política de aranceles revisada por Trump la semana pasada forma parte de una estrategia de presión sobre países con los que Estados Unidos busca renegociar condiciones comerciales. En el caso de Bolivia, el incremento del 5% en los aranceles refleja más una medida general que una acción específica contra el país andino.