Marcelo Claure, empresario boliviano y presidente del club Bolívar, volvió a sacudir el escenario político nacional tras declarar abiertamente su respaldo al candidato Samuel Doria Medina, al tiempo que condicionó posibles inversiones millonarias a los resultados de las próximas elecciones. Según afirmó, está dispuesto a canalizar hasta 10 mil millones de dólares hacia Bolivia, siempre que el rumbo político garantice estabilidad y seguridad jurídica. Sin embargo, fue tajante: si Andrónico Rodríguez llega a la presidencia, no invertirá “ni un centavo”.
“Si Andrónico fuera presidente, la respuesta es que no invertiría. Ya estoy cansado. He visto cómo han destrozado mi país”, declaró Claure en entrevista con la Red Uno. A pesar de considerar que Rodríguez tiene posibilidades reales de ganar, advirtió que no lo ve como una figura idónea para liderar el país. “Creo que él sería una buena oposición, pero no un buen presidente”, sentenció, refiriéndose al senador como “otro socialista más al medio”.
El eje de las declaraciones gira en torno a la promesa de inversión. Fue el propio Samuel Doria Medina quien reveló que Claure, en conversaciones privadas, comprometió montos que podrían cambiar el panorama económico nacional. “Yo le pregunté: '¿cuánto podrías invertir si hubiera seguridad jurídica?', y me respondió que él personalmente podría poner 1.000 millones de dólares, y que junto a su grupo económico podrían llegar entre 5.000 y 10.000 millones”, dijo Doria Medina en una entrevista con Correo del Sur Radio.
Claure, en contacto con radio Fides, lamentó no haber invertido antes en Bolivia, a diferencia de otros países de la región donde ya tiene presencia. “Tengo inversiones en toda América Latina, menos en mi país. Ya es hora”, declaró, dejando entrever que su apuesta económica va de la mano de un cambio político.
Sin embargo, las declaraciones del empresario no estuvieron exentas de controversia. El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, denunció que Claure le propuso un acuerdo político que incluía el apoyo a Doria Medina a cambio de participar en futuros negocios vinculados al litio y hasta una eventual designación diplomática como embajador en Estados Unidos. La acusación ha encendido aún más el debate sobre la relación entre poder económico y político de cara a las elecciones.
Con estas posturas, Claure se posiciona no solo como empresario, sino como un actor político con influencia directa en el rumbo del país. Su promesa de inversión, aunque millonaria, llega atada a condiciones que abren el debate sobre la ética de condicionar el desarrollo económico al resultado de las urnas.