Santa Cruz enfrenta días críticos por la falta de combustible y gas licuado de petróleo (GLP). Las estaciones de servicio y puntos de distribución se ven abarrotados por cientos de personas que esperan durante horas e incluso días para abastecerse, mientras crece la incertidumbre en toda la región.
La falta de GLP ha provocado un desborde social: vecinos llegan de madrugada con garrafas vacías, esperando un producto que se agota rápidamente. Aunque el precio oficial de la garrafa es de Bs 22,50, en el mercado negro ya se comercializa entre Bs 35 y Bs 50. A pesar de los reclamos, las autoridades insisten en que el abastecimiento “es normal”, pero los testimonios y filas interminables demuestran lo contrario.
Distribuidoras reportan un problema que va más allá de la provisión: los cilindros en circulación están deteriorados y hay una alarmante falta de reposición por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). “Salimos con 1.000 cilindros y volvemos con más de 400 que ya no sirven. Así es imposible cubrir la demanda”, relató un operador.
El panorama se agrava con la escasez de diésel. La situación tocó fondo el martes, cuando un chofer de 54 años falleció mientras esperaba su turno en una fila para cargar combustible. Su caso estremeció al gremio del transporte, que denuncia jornadas de hasta tres días sin moverse, durmiendo en sus vehículos y sin condiciones mínimas.
La crisis se extiende a nivel nacional, afectando el transporte de carga. Camiones y flotas permanecen detenidos en carreteras y estaciones, generando pérdidas millonarias. Según dirigentes del sector, apenas un 30% del parque automotor está en funcionamiento. La falta de diésel ha frenado casi por completo el flujo comercial hacia el interior y las fronteras.
El Gobierno ha reconocido la gravedad del problema, pero la solución parece lejos. El presidente Luis Arce condicionó el abastecimiento a la aprobación de créditos internacionales que permitan comprar más combustibles. Mientras tanto, el país sigue atrapado en una crisis energética sin horizonte claro.