El Gobierno boliviano aseguró que el nivel actual de la deuda externa, equivalente al 24% del Producto Interno Bruto (PIB), no representa un riesgo para la estabilidad económica del país. No obstante, alertó sobre las trabas en la aprobación de nuevos créditos por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), situación que según autoridades podría afectar el dinamismo económico.
“El endeudamiento externo en este momento no es un problema para la economía boliviana”, afirmó el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, quien señaló que la deuda externa se ha reducido en términos nominales entre 2023 y 2024, y se mantiene estable hasta mayo de este año.
A su vez, la viceministra del Tesoro y Crédito Público, Juana Jiménez, ratificó en mayo que el endeudamiento se sitúa en un 24% del PIB, porcentaje que se encuentra por debajo de los umbrales internacionales de riesgo. Sin embargo, el ministro Cusicanqui lamentó que los nuevos créditos estén paralizados en el Legislativo, lo que impide el ingreso de divisas, la ejecución de proyectos y la generación de actividad económica.
“Ese brazo operativo que representan los créditos externos está siendo bloqueado por la Asamblea Legislativa, que no aprueba los nuevos financiamientos”, cuestionó.
En paralelo, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó este mes que el país cumplió en su totalidad con el pago del servicio de la deuda pública externa programado para el primer semestre de 2025, desembolsando $us 764 millones.
Actualmente, al menos 15 proyectos de financiamiento externo por más de $us 1.590 millones siguen pendientes de aprobación en la ALP. Estos fondos están destinados a iniciativas de desarrollo productivo y social, cuya postergación podría frenar avances en sectores estratégicos del país.
