El viceministro Gustavo Torrico lanzó una grave acusación que sacude el tablero político: según el Gobierno, la supuesta pelea entre Evo Morales y Andrónico Rodríguez sería una estrategia coordinada para forzar la caída del presidente Luis Arce y reimplantar el poder del evismo por la vía de los hechos.
Torrico advirtió que la "rivalidad" entre Evo y Andrónico no es real, sino parte de un montaje destinado a crear caos, presionar la renuncia del Ejecutivo y permitir que Rodríguez asuma la presidencia interina por 90 días. En ese periodo, se convocarían elecciones bajo control del bloque evismo, con una Asamblea prorrogada y un eventual retorno de Morales “por la ventana”.
El viceministro también acusó que este presunto plan incluye remover a los presidentes del Tribunal Electoral, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo de Justicia. Dijo que ciertos líderes opositores estarían, consciente o no, alineados con esta jugada, mencionando a Samuel Doria Medina, Manfred Reyes Villa y Jorge Quiroga.
Mientras crecen las tensiones, el Tribunal Supremo Electoral denunció ataques sistemáticos y pidió respeto al proceso democrático. En Santa Cruz, simpatizantes de Jaime Dunn mantienen una vigilia por su habilitación, y Andrónico, por su parte, insiste en debatir el tipo de cambio y en sumar a diversos sectores.
En medio de esta tormenta política, la gran incógnita es si el país enfrenta una simple disputa interna o el inicio de un golpe blando cuidadosamente diseñado para tomar el control total del Estado.