La Policía Boliviana ha desplegado un megaoperativo en las poblaciones de Llallagua, Catavi y Uncía, tras la emboscada que acabó con la vida de tres uniformados durante los violentos bloqueos del ala radical del MAS. Las acciones buscan capturar a los responsables materiales e intelectuales del ataque que marcó uno de los episodios más sangrientos del conflicto político-social del año.
Hasta ahora, ya hay arrestos y detenciones en marcha, según informaron fuentes policiales, mientras se espera un reporte oficial más detallado. Los operativos, liderados por unidades de élite, son parte de una ofensiva nacional para desmantelar lo que autoridades describen como una “estructura armada” detrás de los hechos.
Las investigaciones identificaron a 63 personas vinculadas al caso: 40 acusadas de haber ejecutado los asesinatos y 10 señaladas como cerebros detrás del operativo violento. La policía también reveló la presencia de francotiradores con fusiles de guerra, que operaron desde al menos cuatro trincheras en zonas elevadas como Cerro Colorado y la urbanización El Golfo.
La violencia dejó otra víctima fatal: un estudiante de secundaria que quedó en medio del fuego cruzado.
Los ataques ocurrieron en el marco de los bloqueos convocados por Evo Morales, quien los calificó como la "batalla final" para exigir su habilitación como candidato presidencial. El cerco a Llallagua y los cortes en vías troncales como las rutas a Santa Cruz y La Paz paralizaron el país por días.
La ofensiva policial busca cerrar el cerco sobre los autores del crimen que estremeció a Bolivia, en medio de una crisis política que escala peligrosamente.
