Ante el brote de sarampión en Bolivia, el presidente Luis Arce exhortó a los padres de familia a vacunar de inmediato a sus hijos, advirtiendo que esta enfermedad es “mucho más terrible que el COVID-19” por sus graves consecuencias y alto nivel de contagio. Hasta el 24 de junio se confirmaron 60 casos, principalmente en Santa Cruz, lo que llevó al Gobierno a declarar Emergencia Sanitaria Nacional y tomar medidas urgentes, como clases virtuales en 13 municipios y el adelanto de las vacaciones de invierno en ese departamento.
El mandatario insistió en la importancia de la vacunación masiva como la principal estrategia para evitar que el brote se transforme en una epidemia. “Tenemos que ponernos en campaña todos”, afirmó, destacando el trabajo coordinado entre el Ministerio de Salud y los Sedes departamentales para llegar a la población. Las autoridades temen que la situación se descontrole si no se incrementa la cobertura de inmunización infantil.
El sarampión es un virus extremadamente contagioso, que puede transmitirse hasta a 18 personas por cada infectado, superando ampliamente al COVID-19. Según la ministra de Salud, María Renée Castro, Bolivia cuenta con 500.000 dosis gratuitas disponibles en todo el país, y su aplicación es clave para proteger a la niñez. El Gobierno pide a las familias actuar con responsabilidad y acudir a los centros de salud para cortar la cadena de contagios.
