Desde el trópico de Cochabamba, Evo Morales lanzó una advertencia política cargada de tensión: “Si la derecha gana, a ver si aguanta”. En un encuentro con las Seis Federaciones, el exmandatario confirmó que su sector se declara en movilización permanente, en defensa de su candidatura y contra lo que consideran un modelo neoliberal de persecución.
El voto resolutivo, emitido en Lauca Ñ, plantea:
1. Movilización continua ante la crisis económica y política.
2. Rechazo al fallo constitucional que impide la repostulación de Morales, reafirmando que es su único candidato.
3. Investigación internacional por los hechos de Llallagua, que califican como “masacre y genocidio”.
4. Proceso penal contra el ministro de Defensa, por el uso de militares en los desbloqueos.
5. Exigencia de liberación de los detenidos durante los bloqueos.
6. Rechazo a la aprobación de nuevos créditos externos en la Asamblea.
Las protestas impulsadas por el evismo dejaron seis muertos y más de 200 heridos, tras enfrentamientos en puntos como Llallagua, donde incluso se reportó el uso de fusiles y francotiradores. Morales acusa al Gobierno de montar pruebas y encubrir la represión.
El mensaje de Evo no solo desafía al actual Gobierno, sino que advierte lo que podría venir si el MAS pierde el poder en 2025: un escenario de resistencia social encendida.