El arresto del exministro de Justicia, César Siles, ha encendido una nueva polémica en el sistema judicial boliviano. La causa: un audio filtrado que lo implicaría en un intento de manipulación para remover a una magistrada del Tribunal Supremo de Justicia. Sin embargo, su defensa afirma que la grabación fue obtenida y editada de manera ilegal.
El audio, difundido recientemente, lo muestra presuntamente dialogando con el juez Fernando Marcelo Lea Plaza, coordinando la salida de la magistrada Fanny Coaquira para que asuma su suplente, Iván Campero, hoy bajo detención domiciliaria. Esta grabación ha sido el detonante de su aprehensión y el inicio de un proceso que podría escalar políticamente.
Pero el abogado de Siles, Franklin Gutiérrez, asegura que todo es un montaje. “Esa prueba es inconstitucional e ilegal”, declaró, exigiendo que se aclare cómo fue obtenida la grabación, bajo qué condiciones y si existe cadena de custodia. Además, sostiene que no puede utilizarse para una imputación formal, ya que provendría de una intervención telefónica no autorizada.
Por ahora, Siles permanece detenido mientras se define su situación legal. El caso no solo pone en tela de juicio la actuación del exministro, sino también la transparencia de las investigaciones y la legitimidad de las pruebas en los procesos judiciales del país. ¿Será este audio una verdadera prueba o solo una pieza manipulada para un ajuste de cuentas?