En una ofensiva sin precedentes contra la delincuencia, el Gobierno de Perú bloqueó 510.702 líneas móviles asociadas a celulares con IMEI clonados o inválidos. Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para sacar de circulación 1.5 millones de equipos ilegales que, según las autoridades, son utilizados en extorsiones, robos y otras actividades delictivas.
La presidenta Dina Boluarte encabezó la campaña ordenando la desactivación inicial de 130.000 líneas fuera del sistema #Renteseg, el registro nacional que permite rastrear teléfonos legales. También se desactivaron 300.000 líneas más por no contar con datos válidos en las bases oficiales de Reniec o Migraciones.
Boluarte subrayó que esta acción forma parte del compromiso de su gobierno con la seguridad ciudadana, y pidió a la población no comprar teléfonos de origen dudoso para evitar fomentar el mercado negro.
El operativo se enmarca en el estado de emergencia decretado en Lima y Callao, donde la Policía y las Fuerzas Armadas luchan contra el crimen organizado, la extorsión y el sicariato.