Israel lanzó una ofensiva aérea de gran magnitud contra instalaciones nucleares y militares en Irán durante la madrugada del viernes. El gobierno israelí calificó la operación, llamada "León Naciente", como una acción preventiva ante la supuesta amenaza inminente del programa nuclear iraní, que según ellos, se acerca peligrosamente a la creación de armas atómicas. Irán respondió de inmediato con el envío de más de 100 drones hacia territorio israelí, mientras que en Teherán se reportaron explosiones en zonas residenciales.
La tensión escaló con la muerte del general Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, junto a otros altos mandos militares y nucleares, en uno de los bombardeos. El líder supremo iraní, Alí Jamenei, calificó el ataque como un crimen y prometió una dura represalia. Aunque EE.UU. negó su participación directa, el presidente Trump reconoció haber sido informado con antelación y advirtió que “más ataques brutales” podrían ocurrir si Irán no accede a negociar.
Este nuevo episodio marca un punto de inflexión en el conflicto entre ambos países, con el riesgo de que se expanda por toda la región. Las conversaciones nucleares entre Teherán y Washington, previstas para los próximos días, ahora penden de un hilo. Mientras tanto, el mundo observa con preocupación el rumbo incierto de una crisis que podría transformarse en guerra abierta.
Datos: BBC