Una tragedia minera ha sacudido a Potosí después de que un joven trabajador perdiera la vida en una bocamina de la zona de Pailaviri, perteneciente a la Cooperativa Villa Imperial. La víctima falleció tras ser sorprendida por la caída de un planchón mientras ascendía desde el interior de la mina. El cuerpo fue recuperado por la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Este incidente eleva a 112 la cifra de mineros fallecidos en Potosí durante 2025, según datos oficiales de la Policía. De las víctimas mortales, 107 son hombres y cinco mujeres, incluyendo seis menores de edad. Esta preocupante estadística refleja una tendencia en aumento, ya que en 2024 se registraron 106 muertes en centros mineros de Potosí, número que ya ha sido superado en lo que va de este año.
Ante esta situación, el presidente de la Federación de Cooperativas Mineras, Óscar Chavarría, ha emitido un instructivo para prohibir la contratación de menores de edad en trabajos mineros, especialmente en bocaminas y labores subterráneas. Esta medida se tomó después de un pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo, que recordó que emplear niños y adolescentes en minería es una grave vulneración de derechos y una infracción sancionable por la ley boliviana.
El incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad laboral en uno de los sectores más peligrosos del país, generando preocupación en instituciones defensoras de derechos humanos y autoridades de la Defensoría de la Niñez ¹.