El presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), David Espinoza, encendió las alarmas económicas al revelar que, de los $us 3.167 millones que componen las Reservas Internacionales Netas (RIN), solo $us 75 millones son divisas líquidas (billetes estadounidenses). Espinoza calificó este saldo de "engñoso" y un "estrés severo", señalando que la caída desde los $us 709 millones en divisas en 2022 a la cifra actual limita seriamente la capacidad del país para cumplir con obligaciones externas y sostener la estabilidad cambiaria. El titular del BCB atribuyó esta crítica situación al agotamiento del colchón de divisas por políticas del anterior gobierno, que han forzado al país a una dependencia casi exclusiva del oro, que ahora es el principal activo de las RIN.
La situación del oro también genera preocupación entre los analistas, especialmente ante las 6,6 toneladas que se encuentran pignoradas (empeñadas) sin claridad normativa, lo que Espinoza tachó de "operaciones atípicas" heredadas. De un total de 22,9 toneladas registradas, la mayoría se encuentra depositada en bancos de Alemania, Reino Unido, Suiza y EE. UU. Expertos como Carlos Aranda y Fernando Romero coinciden en que el valor del oro comprometido (pignorado) debería ser descontado del total de las RIN, lo que podría sobreestimar la posición neta de activos líquidos del país. Romero agregó que los $us 75 millones en divisas apenas alcanzarían para unos diez días de importación de combustible.
Ante este panorama, Espinoza propuso un debate con la Asamblea Legislativa para revisar la normativa que inmoviliza 22 toneladas de oro dentro de las reservas. Según el presidente del BCB, este límite ya no es adecuado financieramente, pues el oro, aunque valioso, no es líquido y flexibilizar su uso permitiría una mejor gestión de las reservas. En contraste, analistas y la Central Obrera Boliviana (COB) urgen medidas fiscales drásticas para reducir el déficit fiscal, que ha escalado a Bs 50.000 millones, alertando sobre la insostenibilidad de la situación y el riesgo de hiperinflación si no se toman acciones estructurales. El senador Abdón Porcel se sumó a las preocupaciones, pidiendo una auditoría al manejo del oro y advirtiendo que la falta de transparencia podría llevar al país a calificaciones de riesgo más bajas.