El presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), David Espinoza, reveló este jueves un panorama más detallado sobre la situación de las reservas de oro del país. Aunque el total se mantiene por encima de las 22 toneladas exigidas por ley, el desglose muestra que la mayor parte del metal precioso no se encuentra físicamente en Bolivia.
Espinoza explicó que solo 2,3 toneladas están resguardadas en las bóvedas del BCB, mientras que 6,6 toneladas fueron pignoradas —es decir, entregadas temporalmente como garantía en operaciones financieras—. El resto del oro está depositado en bancos internacionales de primera línea, distribuidos de la siguiente manera:
- Deutsche Bank (Alemania): 7,3 toneladas
- Standard Chartered Bank (Reino Unido): 4,8 toneladas
- Union Bank of Switzerland (Suiza): 3 toneladas
- JP Morgan (Estados Unidos): 1,9 toneladas
- Raiffeisen Schweiz Genossenschaft (Suiza): 0,9 toneladas
A ello se suma el oro en tránsito, que alcanza 2,6 toneladas, elevando la cifra total a 22,9 toneladas.
El titular del BCB enfatizó que la presencia del oro en el exterior no debe interpretarse como una ausencia de respaldo, sino como parte de una estrategia de inversión que permite mantener el metal en depósitos a plazo y con disponibilidad relativamente rápida. “No es que el oro está depositado en las bóvedas del banco; está afuera invertido en bancos de primera línea… Este saldo de oro puede estar disponible en cualquier momento”, sostuvo.
Sin embargo, Espinoza alertó sobre la existencia de “operaciones atípicas” detectadas en la administración de las reservas, incluida la pignoración parcial del oro. “Esto nos preocupa; estamos realizando todas las revisiones necesarias para verificar si estas operaciones se ajustan a la normativa vigente”, afirmó, anticipando una evaluación más exhaustiva sobre el manejo del patrimonio estatal.