La tarde de este lunes, un nuevo capítulo se abrió en torno al uso de la harina subvencionada en Bolivia. La Policía aprehendió a Rubén Ríos, dirigente de la Confederación Nacional de Panificadores de Bolivia (Conapabol), en medio de crecientes sospechas sobre un presunto esquema de desvío y aprovechamiento irregular de este insumo destinado a sostener el precio del pan.
La investigación se remonta al 26 de noviembre, cuando el Ministerio de Desarrollo Productivo presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público. El documento vincula a Ríos con una serie de irregularidades detectadas en la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) durante la gestión del exgerente Franklin Flores, periodo en el que –según las autoridades– se habría operado un sistema paralelo de beneficios indebidos.
El viceministro de Comercio y Logística Interna, Gustavo Serrano, explicó que entre los indicios recopilados figuran la venta de harina de Emapa bajo condiciones reservadas para la harina subvencionada, contratos de alquiler de inmuebles a nombre de la institución estatal y acuerdos de servicios logísticos presuntamente diseñados para favorecer intereses particulares. Estas maniobras, advirtió, no solo distorsionaron los mecanismos de control, sino que habrían provocado un daño económico significativo al Estado.
Ríos Miranda aparece en la denuncia como presunto beneficiario de este entramado. Entre los delitos investigados se incluyen enriquecimiento ilícito de particulares con afectación al Estado, tráfico de influencias y contratos lesivos. El Ministerio Público anticipó que la pesquisa continuará y que no se descarta ampliar el caso a otros involucrados, mientras el sector panificador atraviesa un clima de tensión e incertidumbre ante el avance del proceso.
