El pasado 23 de abril, un trágico hecho sacudió Bogotá. Un policía ingresó a un salón de belleza con un casco puesto, localizó a su expareja y le disparó en repetidas ocasiones, propinándole al menos diez impactos de bala.
Ante el horror de las demás mujeres presentes, el agresor recargó su arma en el lugar y continuó el ataque. Tras cometer el crimen, el hombre se retiró el casco, revelando su identidad, y posteriormente se quitó la vida.
El caso, captado por las cámaras de seguridad, continúa en investigación por las autoridades colombianas.