Una nueva luz se abre para los niños y niñas que perdieron a sus madres por feminicidio. La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto de Ley Integral en favor de los huérfanos de feminicidio, una norma que busca devolverles lo que la violencia les arrebató: protección, estabilidad y futuro.
La propuesta, que ahora pasará al pleno para su tratamiento final, establece una red de apoyo estatal para garantizar no solo asistencia económica, sino también acompañamiento psicológico y medidas de protección integral. Los menores recibirán una ayuda equivalente al 20% del salario mínimo nacional, con el fin de cubrir su alimentación y educación. Además, el Estado deberá asegurar terapia psicológica y atención especializada para que puedan afrontar el trauma y reconstruir su vida, priorizando su seguridad, custodia y bienestar.
El proyecto fue impulsado por la Alianza por los Huérfanos de Feminicidio en Bolivia, junto a organizaciones como la Fundación Voces Libres y el Observatorio para la Accesibilidad de los Derechos de las Mujeres. Para la diputada Gabriela Ferrel, integrante de la Comisión, esta iniciativa representa un consenso sin colores políticos: “Cuando se trata de proteger vidas, no hay ideologías, solo humanidad”.
En un país donde cada feminicidio deja una historia inconclusa, esta ley se convierte en un acto de reparación y esperanza. Un intento de que los hijos e hijas de las víctimas no hereden el abandono, sino la posibilidad de un futuro digno. Porque el dolor no puede heredarse, pero la esperanza sí.