Manfred Reyes Villa volvió a la Alcaldía de Cochabamba con aplausos y mariachis, pero su mirada ya apunta más allá del municipio. Tras su participación en las elecciones presidenciales, donde obtuvo apenas un 6,75% de los votos, el líder de APB-Súmate deja claro que no planea repetir en la silla edil y abre la puerta a un desafío mayor: la Gobernación de Cochabamba.
En su primer día de regreso, prometió transformar a "la Llajta en la mejor ciudad de Bolivia" y planteó un ambicioso plan de desarrollo a largo plazo, de hasta 50 años. Sin embargo, su mensaje más llamativo se centró en su propio futuro político.
APB-Súmate ya prepara el terreno para las elecciones subnacionales de 2026, con la intención de presentar candidatos en todas las alcaldías y gobernaciones del país. Sobre el balotaje entre PDC y Libre, el alcalde aseguró que aún evalúan su apoyo, pero dejó entrever que su decisión aún no está tomada.
Lo que sí confirmó fue que no buscará otro mandato como alcalde: "Ya tiene que venir otro alcalde, pero queremos dejar una gestión eficiente", dijo. Y, sobre la Gobernación, no escondió su interés: "La Alcaldía sí la descarto, pero la Gobernación, no la descarto, vamos a ver".
Su declaración reabre la discusión sobre las estrategias políticas en Cochabamba y podría alterar alianzas de cara a 2026. La pregunta ahora es si Manfred Reyes Villa estará dispuesto a apostar por un nuevo objetivo mayor y qué impacto tendría su candidatura en el tablero político del departamento.