Tras tres horas de conversación, la esperada cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, concluyó este viernes en Anchorage, Alaska, sin un acuerdo concreto sobre la guerra en Ucrania.
“Tuvimos una reunión extremadamente productiva”, declaró Trump al término del encuentro realizado en la base de la Fuerza Aérea Elmendorf-Richardson, sin ofrecer detalles sobre los avances alcanzados. El mandatario estadounidense reconoció que se lograron “grandes avances”, pero subrayó: “no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo. No llegamos hasta allí”.
Trump anunció que, tras esta cita, contactará a sus aliados europeos de la OTAN y al gobierno de Ucrania para ponerlos al tanto del diálogo, mientras que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no fue invitado a participar. Pese a ello, Trump presentó la reunión como un paso preliminar para evaluar la disposición de Putin hacia la paz.
El encuentro marca el primer cara a cara entre ambos líderes desde el regreso de Trump a la presidencia, y el primero desde junio de 2019, cuando se reunieron en la cumbre del G20 en Osaka, Japón. Antes del encuentro, Trump había advertido que no estaría satisfecho si no se lograba un alto el fuego; sin embargo, al término de la cita, su tono fue más conciliador y optimista.
La cumbre refleja tanto la complejidad del conflicto ucraniano como el interés de Trump por posicionarse como mediador en un conflicto que hasta ahora se ha mostrado difícil de resolver.