En el marco del Bicentenario de la independencia de Bolivia, la expresidenta transitoria Jeanine Áñez reapareció públicamente desde el penal de Miraflores, en La Paz, con un mensaje en el que calificó su detención como “un encierro injusto”, pero reafirmó su compromiso con la democracia y el país.
“En este día en que Bolivia cumple su Bicentenario, me dirijo a mi país desde este encierro injusto al que he sido sometida, pero con el alma libre, porque aunque me encuentro privada de mi libertad, no he dejado de amarla ni un solo día”, expresó a través de sus redes sociales.
Áñez fue detenida en marzo de 2021 en Trinidad y trasladada a La Paz por el caso denominado "Golpe I", en el que fue imputada por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración, en relación con los hechos que derivaron en la renuncia de Evo Morales en 2019. Posteriormente, fue procesada y sentenciada en el caso "Golpe II", donde recibió una condena de 10 años de prisión por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.
La exmandataria también enfrenta procesos pendientes por las muertes ocurridas en Sacaba y Senkata durante la crisis poselectoral, que aún son materia de investigación.
Desde su celda, Áñez sostuvo que su prisión no ha quebrado su espíritu ni su voz: “Encarcelaron mi cuerpo, pero no lograron encarcelar mi alma y no han logrado silenciar mi voz ni mi compromiso con la democracia y el Estado de derecho. ¡Dios bendiga al pueblo boliviano! ¡Viva Bolivia con libertad y justicia!”.
Su declaración, difundida en una fecha simbólica para el país, reabre el debate nacional sobre justicia, memoria histórica y el futuro democrático de Bolivia.