Desde junio, intensas heladas afectan a gran parte del país, dejando a miles de familias en situación crítica. Seis departamentos, Chuquisaca, Cochabamba, La Paz, Oruro, Potosí y Tarija, enfrentan graves consecuencias por el frío extremo, con 92 municipios declarados en desastre y 127 con algún nivel de afectación, según informó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
Más de 3.500 comunidades rurales reportan daños, principalmente en el sector agrícola, lo que compromete seriamente la seguridad alimentaria local. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha advertido que las bajas temperaturas persistirán durante todo julio, lo que agrava la preocupación por nuevas pérdidas.
En el municipio de Mizque, Cochabamba, al menos 18 comunidades han visto afectados sus cultivos de papa y hortalizas, afectando directamente el sustento de las familias campesinas. La situación es similar en Potosí, donde las temperaturas han descendido hasta los -16 °C y podrían alcanzar los -24 °C en zonas fronterizas con Chile.
Ante este panorama, las autoridades llaman a una respuesta coordinada para atender a las comunidades afectadas y mitigar las consecuencias del fenómeno climático. Las heladas no solo dañan los cultivos, sino que golpean duramente la economía y estabilidad de los hogares rurales.