La familia de Sarita Velásquez Figueroa, de 36 años, clama justicia y ayuda para repatriar su cuerpo desde Brasil, tras su inesperado fallecimiento esta semana. La mujer, quien presuntamente estaba embarazada de tres meses, habría muerto por una hemorragia, según la versión de su concubino. Sin embargo, sus allegados sospechan de un ataque y exigen una investigación.
David Rojas, hermano de la fallecida, denunció ante los medios la posibilidad de que la muerte de Sarita no fuera natural, basándose en versiones de que su hermana era constantemente agredida por su pareja. "Pensamos que no es una muerte natural porque nos llegó versiones de que era agredida por su concubino", afirmó Rojas.
El hermano relató que la noticia del deceso les llegó a través del propio concubino, quien informó que Sarita supuestamente sufrió una hemorragia que la llevó a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), donde falleció horas después. No obstante, las sospechas se intensifican al conocer que, un día antes de su muerte, Sarita había compartido un video en redes sociales en el que se la veía en buen estado de salud.
Sarita Velasquez, mujer boliviana que falleció en Brasil.
Cuatro Niños en la Orfandad y Petición de Ayuda
Hace aproximadamente un año, Sarita Velásquez había viajado a Brasil en busca de trabajo en el rubro de la costura, acompañada de un hombre que había conocido en Bolivia y con quien compartía vivienda junto a la madre de este. Desde entonces, la comunicación con su familia en Bolivia fue esporádica.
La tragedia deja a cuatro niños en la orfandad, una situación que agrava el dolor de la familia Velásquez. "Recién ahora nos avisaron que el concubino le pegaba, la encerraba, hasta pruebas de las agresiones tenemos", aseguró David Rojas, revelando detalles que incrementan el misterio en torno al deceso de su hermana.
Los familiares se enfrentan ahora a una carrera contra el tiempo. Les han informado desde Brasil que, de no retirar el cuerpo de la morgue antes de este miércoles, sería enterrado. Ante esta urgencia, David Rojas hizo un llamado desesperado a las autoridades bolivianas y a la población en general para obtener ayuda económica y logística que les permita viajar a Brasil, gestionar la repatriación del cuerpo de Sarita y asegurar que se esclarezcan las circunstancias de su muerte.