Un operativo policial realizado en los últimos días derivó en el descubrimiento de una presunta red delictiva que, según los primeros indicios, podría estar vinculada con actividades ilegales de alto riesgo. Los allanamientos se desarrollaron en distintos inmuebles donde se encontraron armas, explosivos, tecnología, dinero en efectivo y documentación clave para la investigación.
Durante las intervenciones, la Policía y el Ministerio Público lograron secuestrar un total de 73 proyectiles de arma de fuego calibre 7.65, además de un vehículo, 20 teléfonos celulares y tres computadoras portátiles que serán sometidas a peritaje para determinar su contenido. Uno de los elementos más alarmantes fue el hallazgo de un arsenal de 80 cachorros de dinamita, 20 kilos de ANFO (un potente explosivo industrial) y 50 metros de mecha lenta, material que podría haber sido destinado a acciones de sabotaje o violencia.
El componente económico de este caso también es relevante. Se incautaron Bs 137.573, 1.900 dólares y 10.000 pesos chilenos, sumas que podrían estar relacionadas con movimientos financieros irregulares. En uno de los operativos, específicamente en la vivienda de Raúl A. Ch., se encontró un cuaderno con registros detallados de entrega de dinero y nombres de personas, lo cual refuerza la hipótesis de que esta organización operaba con cierto grado de estructura y planificación.
Asimismo, en poder de una de las personas investigadas se secuestró un celular y Bs 9.900 en efectivo, posiblemente producto de alguna transacción ilícita.
Los implicados hasta ahora identificados son Guillermina C. G., Samuel Jorge Ch. y Liz P. F., quienes deberán comparecer ante la justicia este jueves en una audiencia de medidas cautelares, donde se definirá si enfrentarán el proceso judicial en libertad o desde un centro penitenciario. El Ministerio Público ya habría solicitado la detención preventiva de los tres, dado el riesgo de fuga y la gravedad de los indicios hallados.
Este operativo ha despertado gran interés público, no solo por el volumen del material incautado, sino también por la posibilidad de que existan conexiones más amplias con otros actores o estructuras criminales. Las investigaciones continúan y se espera que en las próximas horas las autoridades brinden más información sobre el origen de los explosivos y el destino que se les pretendía dar.