El sector del transporte pesado en Bolivia declaró estado de emergencia ante la crítica escasez de combustibles, que ha dejado paralizados a miles de camiones en varias regiones del país. Dirigentes del gremio denunciaron que más del 70% de las unidades están inactivas por falta de diésel y cuestionaron las restricciones que impiden cargar más de un tanque por vehículo.
Desde la zona de San Julián, en Santa Cruz, el dirigente Juan Yujra advirtió que la situación es insostenible y afirmó que “los surtidores están vacíos”. Además, rechazó sumarse a las movilizaciones lideradas por sectores afines a Evo Morales, señalando que no permitirán que su lucha sea utilizada con fines políticos.
“No estamos con Evo, estamos luchando por sobrevivir, no por política”, declaró Yujra, quien también anticipó que podrían convocar a otros sectores sociales para movilizarse de manera independiente si el Gobierno no soluciona la crisis.
Mientras tanto, YPFB asegura que se están agilizando los suministros, aunque los transportistas califican esos anuncios como “falsos” y denuncian incumplimiento de acuerdos.