En la 80ª Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente boliviano Luis Arce levantó la voz en defensa de los Países en Desarrollo sin Litoral (PDSL), denunciando que la falta de acceso al mar sigue siendo una barrera impuesta para el crecimiento de millones de personas.
Desde Nueva York, Arce fue tajante: “No pedimos caridad ni privilegios. Exigimos un trato justo e igualdad de oportunidades”. Con esas palabras, el mandatario cuestionó la visión asistencialista que, según dijo, suele aplicarse a las naciones sin costa.
El presidente recordó que más de 560 millones de habitantes viven en países en esta condición y que, con el respaldo adecuado, pueden convertirse en motores de desarrollo y estabilidad regional.
Arce instó a los Estados Miembros de la ONU a respaldar plenamente el Programa de Acción de Awasa, la hoja de ruta diseñada para transformar esta década en una etapa de cambios reales para las naciones sin litoral.
En su mensaje, también agradeció el trabajo del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y la labor de la Oficina del Alto Representante para los PDSL, a la que calificó como un “hogar institucional” vital para enfrentar los desafíos comunes.