El boliviano se fortalece en las ciudades fronterizas de Bermejo y Yacuiba, mientras el peso argentino cae en picada. Esta tendencia se refleja en las casas de cambio, donde la cotización del peso ha experimentado una notable depreciación en las últimas semanas.
Un cambio de valor significativo
Actualmente, 1,000 pesos argentinos se compran a Bs 7,8 y se venden a Bs 8,5. Esta cifra contrasta drásticamente con la situación de hace poco, cuando la misma cantidad de pesos argentinos se cotizaba entre Bs 14 y 15. La caída comenzó a principios de este mes y ha generado un impacto directo en las dinámicas económicas de la región.
El economista y docente universitario Julio Álvarez explica que esta fortaleza del boliviano se debe a que la cotización del dólar en Bolivia ha bajado, permitiendo que la moneda nacional recupere su valor. A pesar de la depreciación del peso, Álvarez no cree que esta situación afecte el contrabando de productos bolivianos hacia Argentina, ya que los precios siguen siendo más bajos en Bolivia.
Impacto en el contrabando y el comercio
Luis Fernando Romero, economista e investigador, señala que la depreciación del peso argentino es resultado de un reajuste en el régimen monetario de Argentina, provocado por un desequilibrio temporal en sus mercados y comercio exterior.
Romero anticipa que la disminución del poder adquisitivo del peso argentino afectará significativamente al contrabando a la inversa, es decir, de Argentina a Bolivia. Aunque los productos comestibles argentinos aún son caros para la población boliviana, se espera que el contrabando desde Argentina disminuya en los próximos días. Esta tendencia podría revertirse si la economía del país vecino se recupera.
La situación en las fronteras de Tarija subraya la volatilidad de las economías regionales y cómo las fluctuaciones en la divisa argentina impactan directamente en el comercio y el día a día de sus vecinos bolivianos.